Con una narración sencilla y muy fácil de seguir, el autor repasa los inicios de la sociedad en la década de los años veinte del siglo pasado y su refundación finalizando los cuarenta, dedicando especial atención a aquellos sucesos que, por si solos, reivindican el aprecio de los aficionados pero también, el de todas las gentes de la población.
En el texto se recuerdan los trabajos desinteresados para la construcción del campo del Plano en 1947 o las ocasiones en las que, por medio de la radio local, los radioyentes salvaron con sus donativos las penurias económicas de la entidad y quién sabe si su desaparición.
Por supuesto que el fútbol en Caspe no se circunscribe únicamente al primer equipo y Alfredo, sabedor de ello, concede una mención al fútbol femenino, al Polideportivo san Antonio o al naciente fútbol sala.
La publicación no es ajena a otros órdenes de la vida en la Ciudad del Compromiso y bien vale la pena seguirlos y conocerlos, tanto por el conocimiento que trasmite su relato como por el solaz que contagia sus imágenes.